Sí, los creativos deben tener un tarifario público
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Sí, tener un tarifario público no es incompatible con luego hacer uno específico para cada proyecto. Creo que es fundamental tener una base y que tanto diseñadorxs como clientxs sepan aproximádamente qué precios son coherentes (ni demasiado baratos ni demasiado caros) – sobretodo para lxs novatxs- y qué se incluye en el precio normalmente (x cantidad de bocetos, cambios, gastos directos e indirectos, etc.) y poder hacer una valoración estándar para de ahí poder ir a lo particular.
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Cada vez existen más y más gente que, o trabaja para empresas extrajeras, o extranjeros que trabajan para empresas de aquí, y no es lo mismo, lo que se cobra en un país que en otro. Esta es la razón principal por la que creo que debe existir un baremo orientativo del mínimo que se debe de cobrar.
Luego, cada cual, que valore el proyecto, para quien es el trabajo, la influencia que generará ese diseño,… No es lo mismo hacer una identidad para una empresa pequeña o mediana o grande, y no hablemos de su campo de acción, por que no es lo mismo que sea en un barrio, en una provincia, en todo un pais o en todo el mundo. Pero por lo menos saber cual es el mínimo en cada caso. Un saludo. -
Claro que si deberían tener un tarifario público, otra cosa que cada cual aumente su precio según el cache que quiera, pero si debe haber unos minimos estandares profecionalmente razonables
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Sencillamente orienta al profesional y evita la especulación del precio del proyecto a la baja. Al marcar unos límites se potenciaría la profesionalidad de nuestro oficio y nos diferenciaría de los intrusos oportunista sin formación ni experiencia con los que desgraciadamente competimos a diario.
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Por que se unificarían precios y no habría ni tanto intrusismo y ni reventada de precios
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Sí. Por lo menos debemos sentar unas bases comunes. Unos precios mínimos. Si bien cada uno tiene su propio tarifario basado en su experiencia y en el tipo de clientes que tiene, no estaría mal sentar unas guías mínimas orientativas.
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Asi haria mas creible y formal su trabajo que ya es bastante duro
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El cliente minusvalora mucho el oficio porque no sabe lo que cuesta. Un precio cerrado ofrece confianza. Cuando trabajas más de lo que se cobra se compensa, calculando unos precios justos, con los que aciertas a la primera.
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Todo serían ventajas. Se regularía el sector, sería muy pedagógico para los clientes, que conocerían los precios de una forma oficial, y acabaría con el intrusismo y la competencia -muy negativa- basada solo en el precio, y no en la calidad.
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Puede ser un punto de partida para ajustar el precio del trabajo, supongo.
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Por que ayudaría a que la «competencia» por un proyecto se la adjudicara el mas capacitado para cada trabajo y no solo el que regala su trabajo a bajos precios, debilitando el campo laboral y contribuyendo a la sub valoración de nuestras profesiones
Deberían poner unas tarifas orientativas para cada tipo de proyecto aunque al final el precio se adapte al producto final. De esta manera los clientes podrían tener una referencia de precios y el diseñador podría defender más fácilmente la tarifa correspondiente a cada trabajo.