Estoy a favor de la Ley anti-cookies
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Porque es de risa lo que ocurre con la privacidad personal en la red.
Solo tengo un «pero» que ponerle a la ley. La aplicación práctica, y al pie de la letra, impide ver si el contenido de la web es lo que realmente busca el usuario. La consecuencia es, según comentan los analistas, una brutal tasa de rebote.
En lo demás me parece adecuada y pertinente.Apunte de indignación sobre más de un experto que se prodiga por la red explicando la ley, y que mezcla sin matiz de ningún tipo «lo que dice la ley» con «lo que debería decir» con «lo que el/ella cree que interpretará la AEPD» y todo junto consigue justo lo contrario de la formación. La audiencia toma por bueno y «por consejo de experto» esa extraña mezcla que le han vendido.
Y no me equivoco con el término «vendido» porque alguno que otro nombra más veces su marca empresarial que el término cookie.
Conclusión:
A favor de la norma que regula las cookies.
Matiz contrario, la forma en la que hay que aplicarla que termina asustando al usuario y haciendo que abandone la web que apueste por cumplir la ley.
Porque debe prevalecer el derecho a estar informado, y el usuario debe poder conocer las consecuencias de su navegación.
Hace unos minutos estaba buscando hotel en una población. Ahora esta misma página me muestra publicidad de varios de los hoteles que he estado mirando. Ahora mismo hay gente que sabe que quiero ir por allí, pero además sabe qué vinos compro, cuál es mi rango aproximado de edad, qué periódicos leo (y seguramente intentarán deducir mi posición política de ahí), mi sexo y orientación sexual, mi nivel económico y poder adquisitivo, mi actividad en redes sociales…
Me da igual que sepan todo eso, pero tengo derecho a saber que lo saben y que van a usar ese perfil en su propio beneficio, y también tengo derecho a saber qué tengo que hacer para impedirlo.
Probablemente la ley sea mejorable, siempre lo son, pero al menos incide correctamente en intentar proteger los derechos de los usuarios.